Gunilla Bergström, la simplicidad de lo cotidiano

23 agosto, 2021

El 25 de agosto, murió Gunilla Bergström, la escritora, ilustradora y periodista sueca que se hizo famosa por crear la saga de Alfonso Álvarez y su papá. Gunila nació en la ciudad de Gotemburgo y en los años 60 comenzó a trabajar para periódicos suecos en Estocolmo. Su carrera como autora de libros infantiles se inició a partir de 1971, y a lo largo de esta publicó más de 40 títulos.

A Bergström no le atraían los cuentos de hadas, por el contrario le interesaba mucho la vida interior de los niños, por ejemplo qué pasa si uno tiene miedo de los fantasmas, no tiene amigos o si alguien le pega. En sus libros, Gunilla les da una voz a los niños y quiere transmitir la magia de la cotidianidad y de la realidad. “Cada día es nuevo, eso es algo que los niños entienden mejor que nadie. Somos los adultos los que lo hemos olvidado. Quiero contar cuentos que recuerden eso a adultos y niños, para que puedan reír y maravillarse juntos”, decía la autora.

Gunilla no temió escribir sobre temáticas incómodas o difíciles y fue la primera autora que publicó un libro infantil sobre el divorcio: Mias pappa flyttar (El papá de Mía se muda), que cuenta sobre el día a día de Mia después de la separación de sus padres. Publicado en 1971, generó cierta controversia, y fue el inició de su carrera como autora de libros infantiles. En los libros que seguirían también trató otros temas complejos como la guerra (“Alfonso y el papá soldado de Hamdi”) o la discapacidad (en su serie Bill&Bolla). Su serie de Alfonso fue innovadora porque muestra una familia constituida por Alfonso y su papá, sin la existencia de una madre, de la que nunca se llega a saber nada.

La autora declaró que no siempre tuvo una vida fácil y que enfrentó varios periodos oscuros, en particular después del nacimiento de su hija con discapacidad. Fue entonces que Gunilla se dio cuenta que no existían muchos libros con protagonistas de estas características y de ahí surgió la idea para la serie Bill y Bolla, cuentos sobre su hijo grande y el amor que le tenía a su pequeña hermana especial.

Alfonso Álvarez nació en 1972 con el libro Buenas noches, Alfonso Álvarez, que narra la experiencia de no querer quedarse dormido. Al inicio de esta serie, Alfonso tiene 4 años, vive con su papá y juntos enfrentan una gran variedad de situaciones cotidianas de la vida, siempre con humor. En total publicó 26 títulos diferentes que fueron traducidos a más de 30 idiomas, y de los que también se han realizado versiones en dibujos animados, obras de teatro y audiolibros. Las historias de Alfonso son un clásico para millones de niños en todo el mundo,

Sofia Hahr, editora de Rabén & Sjögren, editorial sueca que publicó los libros de Alfonso y que trabajó muchos años con la escritora, opina que Gunilla será recordada como una de las más grandes autoras e ilustradoras de libros infantiles, y que la simplicidad y el reconocimiento en la vida cotidiana es, entre otras cosas, lo que hizo que muchas personas adoraran los libros de Alfonso Álvarez.

Gunilla Bergström se sentó en la silla número 12 en la academia sueca de libros para niños entre los años 1997 y 2013. También recibió los prestigiosos premios Elsa-Beskow, Astrid Lindgren y la medalla de honor cultural “Illis quorum meruere labores“.

Títulos de la autora disponibles en nuestra Biblioteca:

• ¡No! dice Alfonso Álvarez
• ¿Dónde está Alfonso el travieso?
• ¿Quién se ríe último? dijo el papá de Alfonso Álvarez
• Alfonso y el papá soldado de Hamdi
• Alfonso y el monstruo
• Alfonso y secreto Chumbeke
• Alfonso y su amiga Mila
• Alfonso y su amigo secreto
• Andan ladrones
• Bien hecho, Alfonso Álvarez
• Buenas noches, Alfonso Álvarez
• Cuidado Alfonso
• Eres cobarde Alfonso Álvarez
• Gran fiesta Alfonso Álvarez
• Haz Rositas Alfonso Álvarez
• Invisible, de Alfonso Álvarez
• Más monstruo Alfonso
• Mila en la guerra de los dulces
• Mila en medio de la noche
• ¿Quién es el que pena, Alfonso Álvarez?
• Vamos Alfonso Álvarez
• Viva el papá de Alfonso Álvarez
• Vuela, dijo Alfonso Álvarez
• Pequeña Lulu, porota feliz