Karen Coronado, bibliotecaria y co-fundadora del colectivo Qué lindo leer: “Es un gran error creer que solo es necesario leer en voz alta durante las primeras etapas de la vida. Leer para los demás o escuchar historias es una acción que gusta y entretiene a cualquier persona, sin importar su edad”

26 julio, 2021

Karen Coronado es profesora de Lenguaje y Comunicación con mención en Literatura Infantil y Fomento Lector por la U. Austral de Chile, diplomada en Fomento de la Lectura y Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) por la U. Católica de Chile, Máster en Libros y LIJ  por la U. Autónoma de Barcelona. Desde el año 2011 ha realizado numerosas actividades de mediación y fomento a la lectura en diversos contextos sociales y culturales, participando como narradora y cuenta cuentos en ferias de libros, espacios públicos abiertos, escuelas y hogares de menores. Es cofundadora del colectivo de fomento lector Qué Lindo Leer, dedicado a la promoción de la lectura, la escritura y la creatividad, además de integrante del equipo coordinador del Encuentro de Mediadores de Lectura de la Región de los Ríos. Desde el año 2014 coordina la iniciativa Picnic de Palabras Chile, la cual tiene como propósito favorecer un espacio de acceso y disfrute de los libros y la lectura en espacios no convencionales de lectura como parques y plazas de Valdivia, invitando así  a la comunidad, especialmente a la familia, a leer, compartir, conocer y descubrirse como lectores.  

Ha estado vinculada con Libroalegre desde el año 2012, cuando participó en el primer seminario ¿Qué leer? ¿Cómo Leer?, organizado por el Mineduc. Allí conoció a Anne Hansen, fundadora de nuestra ONG, quien en la ocasión presentó el trabajo del Centro Chileno Nórdico de Literatura Infantil y sus proyectos. Más tarde conoció a Marian Lutzky, mediadora de lectura y escritora, quien también trabajó en nuestra organización.

“Desde el año 2020 comencé a participar de las jornadas de formación Casas Lectoras y del programa ¿Nos Lees?, donde pude adquirir y actualizar aprendizajes, lecturas y material que aportaron significativamente a mi labor como mediadora de lectura. Soy una gran admiradora de la organización y la pandemia me brindó la maravillosa posibilidad de participar de las convocatorias remotas que han ofrecido”, destacó en esta entrevista que realizamos para la sección VOCES. 

¿Cuáles fueron tus primeras experiencias lectoras? ¿Recuerdas algún libro que te haya marcado particularmente? 

Recuerdo con mucho cariño a mi mamá cuando me leía el cuento de la gallinita roja, me enojaba con los animales que no querían ayudar a la gallinita y me indignaba que después todos querían comer pancito. Recuerdo también que coleccionaba las fábulas que venían semanalmente en el Diario Austral de Valdivia y las leíamos con mi mamá. Coleccionaba también los suplementos Papas fritas del Diario La Tercera y el Timón de El Mercurio, me entretenía mucho leyendo y realizando las actividades que traían. En mi casa no había muchos libros, pero en mi escuela nos prestaban libros para la lectura silenciosa, disfrutaba mucho esa instancia y aprovechaba de leer todo lo que me interesaba. 

Uno de los libros que más me marcó fue Pippi Calzaslargas, de Astrid Lindgren, porque era totalmente diferente a todo lo que había leído, mostraba una niña protagonista alejada de lo convencional, independiente, libre, traviesa y divertida, sus aventuras me tenían completamente atrapada y entretenida. 

¿Cuándo decidiste y cómo llegaste a trabajar como profesora bibliotecaria?

Las bibliotecas siempre me han generado fascinación y desde niña soñé con trabajar en una, poder estar rodeada de libros y sumergirme en esos pequeños mundos que ofrecen los libros. Para mí, las bibliotecas son espacios absolutamente democráticos, inclusivos y hospitalarios, en una biblioteca hay lugar para todos y todas, y cada una contribuye a disminuir las enormes brechas de acceso a la cultura escrita que existen en nuestro país.  

Antes de llegar a una Biblioteca CRA, trabajé para un programa que se articulaba con distintos actores vinculados a la cadena del libro y la lectura y tuve la oportunidad de conocer la maravillosa labor que desempeñan las Coordinadoras y Encargadas CRA. Quedé tan fascinada con el entusiasmo que cada una manifestaba en las distintas iniciativas que realizaban, y de las infinitas posibilidades que brindan las Bibliotecas Escolares para el desarrollo del fomento de la lectura y el conocimiento, que me propuse trabajar algún día en una. Afortunadamente ese día llegó en el año 2018 y me siento tremendamente privilegiada y agradecida de trabajar en un CRA y poder aportar tanto en la promoción de la lectura y la dinamización del espacio, como en el proceso de enseñanza aprendizajes de los y las estudiantes. 

Según tu experiencia, ¿por qué crees que es importante la lectura en voz alta? 

Leer en voz alta es esencial para despertar el interés de los niños y niñas por los libros y la lectura, es una acción tremendamente importante y poderosa para acercar a los más pequeños al mundo de las palabras y familiarizarlos con la cultura escrita. La lectura en voz alta, en compañía de un adulto significativo, es un acercamiento que además de estrechar vínculos afectivos, favorece la disposición lectora de los más pequeños. 

La lectura en voz alta también es una actividad fundamental en la promoción de la lectura y se debería instaurar como una práctica frecuente en todos los espacios culturales y educacionales porque es uno de los métodos más efectivos para tender puentes entre los niños y el lenguaje escrito. Por otro lado, es un gran error creer que solo es necesario leer en voz alta durante las primeras etapas de la vida, leer para los demás o escuchar historias es una acción que gusta y entretiene a cualquier grupo de personas, sin importar su edad. 

En ese sentido, ¿desde qué edad es bueno estimular la lectura?

La lectura se debe estimular desde el nacimiento, incluso desde el período de gestación. La idea de acercar la lectura en la tierna infancia está asociada a momentos dedicados exclusivamente al disfrute y a la entrega de afecto, leerle a los bebés es brindarles a través de las palabras un acercamiento al mundo, pero antes que todo es una entrega de amor que los marcará para toda la vida. El adulto puede transmitir a través de la voz melodías, rimas y juegos sonoros que preparan la disposición lectora del bebé, se trata de germinar el gusto por la lectura desde el comienzo de la vida, que la lectura sea un ejercicio habitual en la vida de los niños, que los libros sean parte de su cotidianidad, un objeto permanente y estable en sus vidas. Leer con los bebés debe ser un ritual sutil, cotidiano y sin presiones, un ejercicio que fortalezca el vínculo afectivo.

¿En qué enfocas a la hora de recomendar un libro infantil a padres y adultos que trabajen con niños?

Siempre recomiendo libros que al leerlos nos generen alguna emoción, libros que logran atraparnos y que después de releerlos nos sigan entusiasmando. Es importante considerar la edad de los lectores, no necesariamente por el contenido sino por las experiencias lectoras de los destinatarios. También sugiero poner atención en el tratamiento de los temas, en la calidad estética y literaria, pero por sobre todo un buen libro debe emocionar, hacernos olvidar por un momento el mundo y generar el deseo de volver a él. Por último, es importante conocer los gustos e intereses de los niños y niñas y en lo posible brindar un espacio para que puedan expresar qué temas les interesan y qué les gustaría leer. 

Finalmente, ¿qué te parece la labor que realiza Libroalegre en la difusión de la lectura placentera y la promoción de la literatura desde temprana edad?

El trabajo que realiza Libroalegre es único y tremendamente significativo, porque además de brindar un espacio democratizador del acceso a la cultura escrita, ofrece a niños y niñas un espacio acogedor, de confianza y respeto, donde todos y todas son valorados y escuchados con todas sus vicisitudes, problemas, intereses y sueños. Cada iniciativa que realizan vinculada a los libros, la lectura y la escritura es una valiosa experiencia que les permite comprender mejor su entorno, conocerse a sí mismos y ampliar sus horizontes emocionales, imaginativos y creativos. Libroalegre es una invitación a vivir experiencias literarias significativas, libres y placenteras. Me encantaría que existieran Bibliotecas Libroalegre en todas las regiones de nuestro país.