Evelyn Flores (15 años), usuaria de la Biblioteca Libroalegre Montedónico y co-autora (escritora, dibujante) del libro Terror en el cerro.
Tú vas mucho a la Biblioteca, y así fue que participaste en la creación del libro Terror en el cerro, donde escribiste el cuento “El petiso”. ¿En qué te inspiraste para inventar esa historia?
Para escribir, las tías nos dieron unos papelitos donde salían lugares, horas y cosas así. A mí me tocó la cancha y entonces intenté imaginar cómo podía ser la historia. Me acordé de un compañero que era chiquitito y yo le decía “petiso”, entonces ahí me puse a escribir. Al principio me costó harto, no sabía cómo empezar, pero después me relajé y escribí y escribí hasta que lo terminé. Al final me gustó como me quedó.
También hiciste los dibujos de cuentos de otras niñas y niños (“La monja”, “La cuerda” y “La laguna”). ¿Qué te llamó la atención de sus relatos?
Siempre me ha llamado la atención el terror y me gusta dibujar, entonces fue bacán hacerlo. Eran muy entretenidas las historias, a veces veo el libro y todavía me da risa cuando lo leo. Además los lápices eran bacanes porque les ponías agua y los colores se esparcían.
¿Invitarías a otros a leer este libro?
Sí, les diría que lo lean porque es entretenido, y más para las personas que nos gusta el terror, como a mí. Por ejemplo, a mi hermano le gusta el terror pero le da miedo. Yo lo encuentro divertido y como escribí varios cuentos, ahí me gusta mucho más.
¿Tienes una historia favorita?
Sí, “La monja”. “El momo” también porque en ese tiempo todos andaban con la cuestión del momo y el momo, entonces me dio risa. Son súper entretenidas las historias.
¿Habías leído cuentos de terror antes?
Sí, pero nunca había escrito uno, y eso fue algo bacán.
El libro Terror en el cerro fue el resultado del taller “Laboratorio del miedo” de la Biblioteca, ¿qué fue lo que más te gustó del taller?
La actividad de cerrar los ojos, tocar cosas y sentir sensaciones, porque muchas veces creí que lo que pasaba era verdadero. A veces sentía cosas extrañas, como cuando las tías nos mostraban cosas que estaban hediondas, y otras arrugadas. No sé, fue súper entretenido.
¿Cómo conociste la Biblioteca?
La primera vez que fui, fue por mi prima. Quería saber cómo era porque no me gustaba tanto la lectura pero quería intentarlo porque tenía problemas para leer, me costaba mucho. Yendo a la Biblioteca supe que había ejercicios, las tías te ayudaban a mejorar. Ir a la biblioteca y leer me ayudó con mis problemas de lectura.
En la Biblioteca se lee en voz alta, ¿eso te gusta?
Sí, me gusta. Porque antes yo leía para mí sola y lo hacía mal, me costaba. Cuando empecé a leer frente a las tías, ellas me decían cómo tenía que leer, respetar las comas, los puntos, y así fue mejorando mi lectura. Y me di cuenta de que es entretenido leer igual.
Siento que la lectura me ha ayudado a mejorar mi lenguaje y forma de expresarme.
¿Qué otras actividades hacías cuando visitabas la Biblioteca?
A veces conversábamos, las tías nos preguntaban qué hacíamos, o nos poníamos a jugar. También había actividades, y una vez inventamos un juego, un juego que ya existe pero que creamos nosotros, que era de adivinar las palabras. Eso fue súper entretenido.
Ahora que la Biblioteca está cerrada, ¿extrañas algo?
Leer los libros. Tengo muchas ganas de leer porque igual es fome estar adentro, en la casa encerrados.
Pensando en alguien que no ha ido a la biblioteca, ¿qué libros puede encontrar ahí?
De todo. Por ejemplo, a mí me gusta el romance, pero también hay de aventura y otros. Hay libros bacanes, hay juegos, uno se entretiene, conversa con las tías. Entonces los invito. De hecho, he llevado gente a la biblioteca (risas).
¿Crees que es importante que los niños y las niñas puedan escribir sus propias historias?
Sí. Hay personas que cuando leen libros les gustaría que fueran de otra forma, quieren cambiar detalles o hacer el final diferente. Entonces encuentro bacán que niños y niñas puedan crear sus propias historias y dibujos.
¿Te gustaría decir algo para finalizar esta entrevista?
Sí, que vayan a la biblioteca porque hay libros entretenidos, uno lo pasa bien y puede aprender cosas nuevas… Y eso.
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