En esta entrevista María Teresa Traverso, representante de la Fundación Chileno Americana, habla sobre la organización con sede en Washington, su vínculo con proyectos sociales y culturales en Chile y su apoyo al proyecto Calcetín con papa.
María Teresa Traverso es socióloga y representante en Chile de la Fundación Chileno Americana, una organización sin fines de lucro que nació en 1990 en Washington (Estados Unidos) con el propósito de “contribuir a mejorar la calidad de vida de los niños que viven en situación de vulnerabilidad en Chile”. Y desde esa fecha han financiado proyectos de diferentes organizaciones chilenas que trabajan en un intento de reducir la brecha social y dar más oportunidades a niños y jóvenes excluidos por el sistema de consumismo neoliberal. Desde 2013 la Fundación ha apoyado al Centro Chileno Nórdico de Literatura Infantil financiando proyectos de estimulación de la lectura y la escritura a través de la revista Calcetín con papa.
¿Cuál ha sido tu trayectoria de vida?
Estudié Sociología en la Universidad de Chile de Santiago y enseñé en la Universidad de Chile y Católica de Valparaíso hasta 1973. Luego obtuve un grado de maestría en Ciencias Políticas en el Massachusetts Institute of Technology(MIT) de EE.UU., y en los años siguientes estudié el doctorado en Sociología en la Universidad de Maryland. Hice clases de sociología en esa universidad durante algunos años antes de comenzar a trabajar en investigación social en el Banco Mundial. A partir de 1990 y hasta mi jubilación a fines de 2007, trabajé como especialista en Desarrollo Social en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington D.C. Este trabajo me dio la oportunidad de apoyar a varios gobiernos de países latinoamericanos en el diseño de proyectos sociales dirigidos a mejorar la situación de pobreza y desigualdad social que afecta a una considerable proporción de la población de dichos países. Además participé en el diseño de los primeros proyectos que financió el BID en temas intersectoriales tales como el maltrato familiar a mujeres y niños, programas interculturales para la población indígena y varios dirigidos a niños que viven en situación de alta vulnerabilidad social.
¿Qué es la Fundación Chileno Americana?
La Fundación Chileno-Americana es una organización privada, sin fines de lucro, no religiosa y apolítica, con base en Washington D.C. Se estableció en 1990 con el propósito de contribuir a mejorar la calidad de vida de los niños que viven en situación de vulnerabilidad en Chile. La integran chilenos y amigos de Chile que residen en Estados Unidos y desde su inicio cuenta con el apoyo de las Embajadas de Chile ante la Casa Blanca y ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Su directorio cuenta con 12 miembros y 5 asesores. Participan aproximadamente 25 voluntarios activos y si además se consideran otros donantes y amigos, congrega cerca de 300 personas.
¿Desde cuándo está vinculada a la Fundación?
Participo en la Fundación desde su inicio debido a mi interés en apoyar iniciativas existentes en Chile que estuvieran dirigidas a mejorar las condiciones de vulnerabilidad de los niños que viven en situación de pobreza. Durante estos 25 años he ocupado cargos de directora, presidenta y miembro del comité de proyectos. Desde que regresé a Chile en 2008 soy la representante en el país con la función de ayudar a identificar, hacer seguimiento y dar apoyo técnico a los proyectos que financia la Fundación.
¿Qué tipo de proyectos financian en Chile?
En la actualidad se están financiando proyectos que tienen como propósito apoyar a niños de hogares vulnerables para que adquieran un mejor nivel educativo y tengan mayor oportunidad de integrarse y participar activamente en la sociedad. Sin embargo, en años anteriores se financiaron proyectos de organizaciones que ofrecen diversos tipos de servicios a niños de hogares de bajos ingresos tanto con el objeto de protegerlos como de apoyarlos a superar problemas que los afectan (ej. maltrato, abuso sexual, bullying, drogas, etc.) Gran parte de las actividades que hemos financiado son talleres de tipo educativo, cultural y recreativo, así como atención psicológica; pero también se han financiado gastos de materiales e infraestructura (ej. centro donde viven niños mapuche para asistir a centros escolares en la ciudad; hogar de niñas de SENAME; herramientas para que niños con discapacidad física y mental se integren al mercado laboral, etc.). Por último, se han otorgado recursos a organizaciones que atendieron a niños afectados por desastres naturales, tales como víctimas de terremotos y el incendio en los cerros de Valparaíso.
¿Cómo supieron del Centro Chileno Nórdico de Literatura Infantil?
Por una amiga que conoció a Anne Hansen (fundadora de la organización) en un evento de educación. Consideramos que tener bibliotecas en los cerros al alcance de niños de bajos recursos es una iniciativa muy importante para fomentar la lectura. Cuando contactamos a Anne, en 2012, nos dijo que se necesitaba financiamiento para apoyar a Calcetín con Papa, proyecto que nos pareció sumamente innovador y con resultados positivos que quedaban en evidencia sólo leyendo las revistas producidas por los niños hasta ese momento.
¿Qué evaluación han hecho de nuestros proyectos y de nuestra organización en general?
Pensamos que se trata de una organización muy seria donde participan personas que tienen un alto compromiso social y una actitud positiva que les permite superar barreras que podrían dificultar el esfuerzo que hacen por mejorar la capacidad de lectura y escritura de los niños. Consideramos valiosa esta iniciativa no sólo porque aumenta la oportunidad de que se inserten a la sociedad niños que viven y estudian en un ámbito de gran inequidad social, sino porque a través de este proyecto novedoso y participativo logran ayudar a mejorar la baja autoestima que afecta a una alta proporción de niños y jóvenes que asisten a los centros de educación pública de este país.
¿Qué opinión tienen de la forma de trabajo y los objetivos de las organizaciones sociales y culturales en Chile?
Tenemos una muy buena opinión de las organizaciones que la Fundación ha apoyado para que ejecuten sus proyectos en Chile. Con relativamente pocos recursos económicos y gran esfuerzo realizan tareas dirigidas a lograr cambios en aspectos asociados a la situación socio-económica de las familias de los niños que limitan las oportunidades para que participen plenamente en la sociedad.
¿Cómo ven la situación de la educación y la cultura en el Chile actual?
Sin ser experta en el tema, mi opinión personal sólo se basa en la realidad que he visto desde que estamos financiando proyectos de educación en Valparaíso y en lo que leo o escucho a través de los medios de comunicación. Creo que actualmente hay una crisis grave en términos de la calidad de la educación y cultura en el país, asociada a la inequidad social existente y a factores políticos tales como la educación municipal. La inequidad es un factor que se arrastra desde hace muchas décadas, razón por la cual, a diferencia de otros países latinoamericanos, las personas que tienen recursos económicos educan a sus hijos en escuelas privadas. Los colegios privados contratan a los mejores profesores, muchos de los cuales son profesores universitarios y los alumnos que egresan entran a las mejores universidades tanto por su buen nivel académico como por la capacidad de su familia de pagar los gastos asociados a la enseñanza superior. A esto se suma que estos alumnos pueden estudiar sin la obligación de tener un ingreso y con todos los equipos tecnológicos a su disposición. Tengo la impresión de que los profesores que trabajan en los centros escolares del sector público parecen estar muy desencantados con su trabajo y sin incentivos para realizar su tarea como corresponde. Parece ser que además de estar muy mal preparados para enseñar su materia y para lidiar con los alumnos que provienen de hogares con baja educación y de poblaciones vulnerables, no confían en la capacidad de aprender de sus alumnos, con lo cual no hacen un esfuerzo por aplicar metodologías distintas que incentiven el aprendizaje e interés por las materias que enseñan.
¿Cuál es el mayor sueño de ustedes?
Nuestro sueño es que las iniciativas que hemos estado financiando en los últimos años se extiendan y beneficien al mayor número posible de niños y jóvenes, de manera que impacten positivamente a niños que viven en distintas regiones del país tanto en el sector urbano como rural. Con ello, los esfuerzos que realizan los ejecutores y los voluntarios que trabajamos en la fundación alcanzarían el fruto esperado: lograr que los niños que quedan marginados por haber nacido en un hogar de bajos recursos, puedan recibir la educación que merecen y que necesitan para poder en el futuro realizar y disfrutar un trabajo remunerado que les permita superar los problemas asociados a la pobreza.
¿Quiere agregar algo?
Me parece que las características del proyecto de “Mejoramiento de la compresión lectora y producción escrita en escolares de la comuna de Valparaíso”, que recientemente ha publicado una guía pedagógica para docentes de Lenguaje, se dirige al cumplimiento de este sueño. A través de este proyecto ya no sólo se beneficiarán los alumnos de algunas escuelas y liceos públicos, sino se multiplicará el número de beneficiarios a través de la transmisión de la experiencia y de compartir la técnica de enseñanza con profesores de estos centros escolares, así como con alumnos que estudian pedagogía en la universidad.
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